Quina mania tenen els ideòlegs de canviar-nos les tradicions catalanes.

La Navidad celebra la natividad de Jesucristo. Cervantes decía que era el mayor acontecimiento de los siglos, porque no hay nada más grande que Dios se haga hombre, nazca de una obediente doncella entre las pajas de un perdido establo en un pueblo perdido en una región perdida, cargue con nuestras miserias y nos abra el camino de la inmortalidad.

Pero ya saben que para las ideologías no hay más dios que su ídolo, sea la clase social, lanació, el libre mercado o la democracia plebiscitaria. No toleran un reino que no sea según este mundo, que se funde únicamente en la fe y el amor, y desean enaltecer a sus idolillos a la esfera de lo divino. Así que nada de celebrar la Navidad: N’Ada nos cambia a la Virgen y al Niño por una reata de zurriburris capones (los de la foto), y nos dice que lo que hay que celebrar es «el solsticio de invierno» porque «el día se empieza a alargar» y estamos todos muy contentos.

Y para eso nuestra alcaldesa n’Ada se paga, con nuestro dinero y para todos «los barceloneses y barcelonesas», las siguientes chorradas:

• Una «Feria de Consumo Responsable» (sic) para que compremos tomates perrofláuticos, pulseritas de Can Vies y regaderas ecológicas de la meona de Barcelona.
• «Un carillón, en el que una compañía teatral recreará escenas cómicas, o un bosque, donde los barceloneses y barcelonesas podrán colgar sus deseos bajo un gran reloj que nos recuerda que, tarde o temprano, todos los sueños se hacen realidad«.
• «Un espectáculo de luz y sonido con las fuentes de la plaza de Cataluña».
• «Exhibiciones de danza urbana, actuaciones centradas en la percusión o talleres y actividades participativas».
• «Actividades relacionadas con el reciclaje y la sostenibilidad hasta espectáculos de magia, pasando por el circo, los títeres, las instalaciones y exhibiciones deportivas y los juegos participativos; todo ello, para vivir el solsticio de invierno».

Es que eso de que un niño sea Dios y nazca de una virgen es un escándalo para los modernos politiquillos del ayuntamiento; que Dios baje del mundo de las ideas y actúe en la materia les estorba. ¿De qué va este niño haciendo la competencia a lanació o a la «igualdad de género»?

Mentre la batllessa i els seus gosflabiols celebren el solstici d’hivern o l’òrbita de les llunes de Saturn, els catalans senzills nos reuniremos -com sempre- en torno al pesebre con nuestra familia, cantaremos villancicos y aporrearemos las panderetas locos de alegría porque hay Dios, y nos quiere tanto y tanto valemos que se ha hecho niño para ser como nosotros. Y mientras Tiberio, o la Colau, o Mas y sus poderosos están pensando en su imperio, su solsticio o su prusés, els pepets i maries brindarem perquè Jesús va néixer a Betlem en un pesebre porque no había sitio para él en la posada, como ahora tampoco lo hay en el palacio del ayuntamiento, y le abriremos nuestro corazón para que nazca en él, y comeremos turrones y nos emborracharemos de alegría.

Dolça i nadalenca Catalunya…

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