Por qué gran parte de Cataluña -y la Corona de Aragón- apoyó al archiduque Carlos

A molts no els agradaven els francesos.

otra historia

Val la pena de llegir-ho

«Pero la suerte estaba echada; varios factores influyeron para que Cataluña y demás pueblos de la Corona de Aragón se inclinaran a favor del Archiduque Carlos; entre ellos citemos: la francofobia de la mayoría de catalanes; el temor de que se implantara el sistema centralista francés; la competencia comercial «con la invasión de productos del campo francés y, sobre todo el trigo de Narbona, y la competencia en los tejidos y otras manufacturas», según Feliu de la Penya; y la simpatía de la oligarquía catalana hacia Jorge de Darmstadt, ex Virrey de Cataluña».

Marcelo Capdeferro, Otra historia de Cataluña, 1985

Cap d´aquests motius és vigent avui. Normal: han passat 300 anys.

Avui els catalans volem tenir feina, que els politics deixin de robar-nos i que treballin pel bé de tots. Prou nacionalisme!

Dolça i manipulada Catalunya.

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15 comentarios

  1. ¿No es una contradicción que algunos catalanes entonces apoyasen al Archiduque Carlos por francofobia, y hoy Artur Más abogue por entrar en el grupo de los países francófonos?.

  2. Franceses o no franceses daba igual, lo que sucede es que el Archiduque Carlos mantendría los fueros de la Corona de Aragón intactos, mientras que el borbón quería suprimirlos, nada más que por eso.

    • En realidad felipeV jura los fueros y la idea era respetarlos porque se lo dice su tio, eres frances pero reinaras a españoles y tendras que hacerte a ellos. Luego traicionaron al rey y el rey pues los trato como a traidores. Igual que paso con los comuneros les cortaron la cabeza y a los castellanos les quitaron sus fueros.

    • Pues no Víctor. En las Cortes de 1701-1702 de Barcelona, Cortes Generales de Cataluña, Felipe V otorgó nuevas constituciones y ventajas que jamás habían tenido los catalanes. Olvidemos la parte económica (derecho de navegar a América desde Barcelona). El más importante es la creación del Tribunal de Contrafacciones: Una interferencia real sobre las normas catalanas o una interferencia de la Generalitat o de un organismo contra los derecho del rey irían a un tribunal formado por ambas partes (Corona y Territorio) que dilucidaría el conflicto. Algo parecido al Justicia Mayor de Aragón pero con una ventaja enorme, cual era el ser un autentico tribunal, no un hombre sólo a veces nombrado por pertenencia a una familia concreta. El decapitado por Felipe II Juan de Lanuza era el quinto de los Lanuza que en algo menos de un siglo ocupaba el cargo, y luego hubo otro más. Y Juan de Lanuza tenía apenas 27 años y no era un jurista competente.

      Claro que luego te encuentras que en 1705 se celebran otras Cortes (por cierto con bastantes menos asistentes que a la primera) y entre otras cosas se aprueba una constitución, o sea una ley ordenada por el rey de Aragón y conde de Barcelona y aprobada por los Brazos; si es al reves, una ley pedida por los Brazos y aprobada por el rey, se llamaban entonces Capítulos de Cortes, donde se pone a parir a Felipe V e incluso se niega el derecho a todo miembro de la familia Borbón a reinar en España. Llamo la atención que las Cortes Generales de Cataluña protestaron pero luego aceptaron ésta constitución. Las razones fueron que no podían saber si en un futuro podría ocurrir que fuera un Borbón el que tuviera mejor derecho, y la segunda es que arrogarse las Cortes Generales de Cataluña el derecho a aceptar una norma que impedía accesos al trono de España, se estaban arrogando facultades de otras Cortes.

      Si luego de lo anterior alguien piensa que Felipe V iba a respetar lo de 1705, tras lo que parece un acto de traición a lo ya firmado en 1702, es que hay que vivir en los mundos de Yupi. Y es conocido que vascos y navarros conservaron sus ventajas; y debería conocerse que Castilla también perdió algunos derechos. Es que alguna vez había que superar la Edad Media.

  3. Yo sigo con lo mismo…durante aprox diez años los catalanes fuimos franceses…por desgracia para España..
    volvimos a ser españoles… montamos otro pollo…en la guerra de sucesión… ( No de secesión) …y a partir de ahí seguimos con el rollito…llorón…aprendieron los unos de los otros Pa Claris, Casanovas, Macia, Companys, guerra civil española…catalans a casa seva amagadets…llega Franco ….catalans de cara amb ell…sacando y sacando prebendas… 1.978…Constitución española…catalanes a votar q si…todo eran flors, violas i romaní..
    mas de 30 años de mentalizar a la gente…pagando los trabajadores..
    Los burgueses…dineros a la butxaca…los políticos no digamos…los sindicatos, asociaciones, etc, etc hasta los curas las monjas y frailes….sacando el dinero de los contribuyentes de la butxaca..
    Viene la crisis..
    Se montan ya el pollo definitivo : o caixa o fatxa…otra vez mano al bolsillo..
    libertad, independencia..
    nos roban, no nos comprenden..
    Rollo decreto nueva planta a tope..
    1.714..
    A tope..
    Sanidad privatizando se ( por poner un solo ejemplo)…todos con la independencia!!!
    Pues yo catalana..
    No los aguanto mas..
    Q se busquen alguien q los entienda y mantenga.

    Los catalanes somos unos ingenuos..
    Si creemos a esta gente de los de siempre…Ciu, Etc, PSC, iniciativa, cup, avancen- podemos y todos..
    Q su madre sera muy buena mujer pero ellos son..
    Una panda de … como mínimo descerebrados!

  4. Era lógico que los catalanes tuvieran animadversión a los franceses tras los hechos de 1640-1659. Pero deberían reconocer que sus dirigentes se equivocaron por todos lados. No quisieron las tropas de Felipe IV y acabaron soportando las de Luis XIII. Buscaron como aliados a los franceses (incluso nombrando conde de Barcelona a Luis XIII) y lo que hicieron los franceses fue tratar a Cataluña como país conquistado. Y no se enseña que los tratadistas franceses, hasta la época de los Borbones precisamente, siempre reivindicaron las tierras norpirenaicas como propias de Francia. Declarando ilegal el Tratado de Corbeil, ya que los reyes franceses no podían dividir el patrimonio regio, por muy Luis IX que fuera o por muy santo que lo hiciera la Iglesia Católica. Napoleón cedió la Corona española a su hermano José, pero apartando Cataluña que sería para Francia, lo que sin duda aumentó la resistencia al corso. El miedo de los catalanes de la época (XVII) a la competencia de los productos franceses era el mismo que luego denuncia Stendhal tenían a los productos ingleses en el siglo XIX y que les hacía exigir leyes de comercio ultraprotectoras. A lo largo, como todo lo que no tiene competencia se vuelve incompetente, esas restricciones al comercio afectan más al que las crea que al que las sufre. Si uno estudia un poco la biografía de Claris, se ve con bastante claridad que fue un hombre al que los acontecimientos superaron, y su conducta fue errática, convirtiéndose al final lo que en una revuelta de los empobrecidos campesinos catalanes contra la nobleza terrateniente y la oligarquía urbana catalana. Estos fueron los que comenzaron los problemas contra Olivares, pero como les ocurre a muchos, acaban siendo superados por los hechos. Un Von Papen intentando canalizar la opinión alemana usando un Hitler, y luego Hitler «esconde» a Von Papen. Un Companys en la Guerra Incivil, reducido a un mero papel decorativo entre anarquistas, POUM, comunistas y el grupo de pistoleros de ERC. El «hybris» que hacer perder a los soberbios más el delirio autoalimentado. Por último existen nacionalistas gorriones (aquellos que se creen el cuento y así viven felices), nacionalistas gorrones (es indiferente lo crean o no; viven de ello) y nacionalistas gorrinos (saben que es mentira, pero medran de los dos primeros).

  5. La Francofobia de los Catalanes de la época se explica en clave de la poclamación de la repíblica catalana de Pau Claris, quien para disuadir a EDspaña de que invadiera a la nueva república buscó y pidió la ayuda de Francia. Francia se la prestó pero la ayuda no fue gratis, en relaciones internacionales sólo hay intereses. Y francia se cobró esta ayuda colonizando Cataluña de productos frances, agrícolas manofacturas etc que por temas fiscales competían en superioridad con los autóctonos, como digo esta era una forma de pagar la ayuda Francesa.
    Luego hemos de tener en cuenta que en la época los ejercitos no se acuartelaban sino que vivía hospedados por la población de forma obligatoria, lo que hizo todavía más impòpular la ayuda frances puesto que había que darles cama y comida. Parece ser que los independentistas catalanes jamás han pasado del idealismo al pragmatismo.

  6. Los catalanistas nos odian tanto que enseñan a sus hijos a odiarnos, por eso les mienten y no les dicen la verdad

  7. He hecho antes dos intentos de publicar este comentario que viene a apoyar las tesis dolças.
    Viendo que no aparece –supongo que por cuestiones técnicas– vuelvo a intentarlo poniendo simplemente el enlace a lo que escribí: http://www.angelpascualrodrigo.com/marmota_catalana.pdf

    Algunos acontecimientos del siglo XVII cargaron de razones para un temor a los franceses. Sin embargo, el inicial pacto catalán con el futuro Felipe V no parecía indicar que se hubiera aprendido mucho.
    Aquella experiencia debería haber calado no sólo en el temor a los franceses, sino también en aprender que el cambio traicionero de lealtades suele traer resultados no deseables, pero cuando no se aprende volverán a repetirse hechos similares indefectiblemente.

  8. He hecho antes este comentario, pero viendo que no aparece vuelvo a intentarlo.
    Algunos acontecimientos del siglo XVII cargaron de razones para un temor a los franceses, aunque el inicial pacto con el futuro Felipe V no parecía indicar que se hubiera aprendido mucho. Aquella experiencia debería haber calado no sólo en el temor a los franceses, sino también en que el cambio traicionero de lealtades suele traer resultados no deseables, pero cuando no se aprende volverá a repetirse hechos similares.

    Intento resumir qué pasó:

    EL DÍA CATALÁN DE LA MARMOTA
    (en referencia a la divertida película y …)

    Las historias y nuestras tendencias tienden a repetirse con brotes crónicos mientras no saltemos por encima de nuestras sombras.

    El actual brote independentista catalán tiene significativos precedentes en las sublevaciones peninsulares de 1640 –paralelas a la revolución inglesa de Cronwell y antecedentes de la Revolución francesa.

    Por aquellos años Portugal, Andalucía, Aragón y Cataluña intentaban independizarse del ya languidecido imperio de los Augsburgo. Sólo los portugueses lograrían en 1668 un éxito definitivo, al concluir su Guerra de Restauración con el reconocimiento de su reino independiente.

    Desde tiempo atrás, Portugal y las diputaciones de Navarra, Guipúzcoa, Vizcaya, Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares se venían negando a financiar los gastos españoles en la «Guerra de los treinta años». El Conde-Duque de Olivares llegó a pedir a catalanes y aragoneses que aceptaran al menos aparentar que contribuían para calmar a los castellanos, que eran prácticamente los únicos contribuyentes y tenían colapsados sus recursos. Las diputaciones de la Corona de Aragón se atenían a que Fernando el Católico –tan denostado en su momento por los catalanes– les consignó el derecho a no tener que sufragar los gastos de guerras fuera de su territorio. Si bien, ha de tenerse en cuenta que aquello había sido una envenenada maniobra personal contra la injerencia de la dinastía Augsburgo, encarnada entonces por su propio yerno, no habiendo podido tener otro heredero hispano legítimo para la Corona de Aragón.
    Sin embargo, en 1626 se logró que las provincias vascas, Navarra, Aragón y Valencia aceptaran una provisional «Unión de Armas» ante un hecho puntual y cercano. La llevaron a la práctica en 1638, en el rechazo a la invasión francesa de Guipúzcoa. Pero las provincias catalanas se obstinaron en alegar el derecho mencionado, negando su ayuda en la defensa de tierras fuera de su territorio.

    En 1639 Olivares decidió contraatacar a Francia desde las tierras catalanas por su mejor posición estratégica al respecto y quizás para intentar lograr afianzar la difícil «Unión de Armas». Ante la falta de recursos de la Corona, la tozuda negativa de catalanes y la reticencia por parte de los aragoneses para aumentar sus aportaciones de tropas y mantenimiento, el valido real optó por permitir tácitamente el pillaje de las tropas a su paso por tierras aragonesas. Consiguió con ello que Aragón aumentara su aportación a cambio del mayor control de ellas, pero els senyors i ciutadans honrats catalanes perseveraron en su negativa, lo cual provocó sucesivos levantamientos y motines de campesinos que llegaron a su culmen con el Corpus de Sang de 1640.

    Ante la inminente llegada a Barcelona de las tropas realistas, el canónigo Pau Claris, al frente de la Generalitat, proclamó la república catalana el 16 de enero de 1641 bajo la protección y soberanía de Francia, como una más de sus provincias. A los seis días se nombró Conde de Barcelona al Borbón Luis XIII de Francia, quien se hizo nombrar soberano como Luis I de Barcelona. Cataluña hubo de ceder su administración al poder francés y sufragar el pago de su ejército para la invasión de Aragón y Valencia. El resultado fue irónico. Los catalanes se encontraron con que el rey francés –a partir de 1643 nada menos que el absolutista Luis XIV– les exigía contribuciones muy superiores a las negadas antes al rey de España.
    Tras diversos episodios, las tropas españolas lograron vencer a las francesas en los territorios catalanes y se firmó la «Paz de los Pirineos» en 1659, zanjando definitiva y alejandrinamente un viejo nudo que el tratado de Corbeil de Jacme I no había logrado resolver. El rey francés cedió definitivamente sus derechos reales al sur de los Pirineos –que eran vigentes desde tiempos de Carlomagno– y el español sus derechos condales al norte, quedando ambos como únicos monarcas de sus respectivos territorios.

    Se suele pasar por alto que Luis XIV se apresuró en desposeer de sus fueros a los catalanes del norte, dictando prohibiciones del uso de la lengua catalana en todo su ámbito oficial. En cambio Felipe IV juró por iniciativa propia los Usatges para Cataluña del sur y no puso ninguna traba lingüística.

    Como he dicho al inicio, aquella experiencia debería haber calado no sólo en el temor a los franceses, sino también en que el cambio traicionero de lealtades suele traer resultados no deseables, pero cuando no se aprende volverá a repetirse hechos similares.

  9. Pues yo habria sido austrascista, como muchos castellanos porque no me gustan los franceses y lo admito abiertamente. Claro que tampoco vivo en la epoca asi que suponiendo que yo hubiera sido un hidalgo de la epoca seguramente por honor hubiera seguido lo dicho por el rey carlos II

  10. Sólo los intereses movieron a la oligarquía catalana a traicionar el juramento de fidelidad que en 1702, hicieron a Felipe V. Igual que ahora al no conseguir más préstamos para obra pública, y no poder conseguir las correspondientes comisiones , chantajean al gobierno del estado para conseguir más dinero.
    QUE COJAN LA MALETA Y MARCHEN A LA TIERRA DE DONDE VINIERON SUS ANTEPASADOS.

  11. Sólo existe una historia: La real. El resto son novelas del señor de los anillos.

    Me alegro de los historiadores que siguen el método científico(que es obligado en toda investigación) escriban libros y abran los ojos a tantos crédulos.

    «Los grandes historiadores de Catalunya» como el Junqueras y el payasete de Toni Soler(que eligió esta carrera por tener fama de facilita, y como todo el día estaba en el bar haciendo la broma, no se enteró de nada de su carrera).

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