Por qué el Pujolgate sí hunde todo el legado del pujolismo

Los intentos de salvar el pujolismo están condenados al fracaso.

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La confesión de Pujol ha caído como una bomba, eso es indudable. Del mismo modo que una bomba, su estruendo ha sido ensordecedor, ha causado numerosos destrozos, y ha dejado atónitos a quienes estaban cerca del lugar del impacto. Pero pasado el momento de la explosión, todos estamos intentando recomponer la situación. La mayoría contemplando con nuevos ojos todo un periodo, el pujolista, que ahora aparece por fin desnudo, sin el velo protector que había tejido Pujol, su partido y sus tentáculos políticos, económicos y mediáticos. Pero también algunos se empeñan en minimizar el asunto: no es tan importante, es algo del pasado, todo el mundo lo hace… No falta quien afirma incluso que un acto reprobable no borra más de dos décadas de «servicio al país».

El argumento tiene su parte de verdad. Evidentemente, en todos sus años de gobierno, Jordi Pujol hizo cosas positivas (también Stalin tiene en su haber el haber detenido el nazismo y no se puede negar que Hitler devolvió la esperanza y un trabajo a miles de alemanes golpeados por la Gran Depresión), sin embargo, se equivocan quienes piensan que el Pujolgate no afecta al juicio que sobre los últimos 30 años de política catalana se debe hacer. Y esto, al menos, por tres razones:

  1. Un acto reprobable mantenido durante tres décadas no es un acto puntual, sino que constituye un acto que da forma a toda una vida. La red de silencios cómplices, de amenazas, de encubrimiento, puede no resultar evidente para un observador externo, pero se convierte en la razón de numerosas decisiones que acaban conformando una vida entera, en este caso la de Pujol y su círculo más cercano.
  2. Además, la confesión de Pujol ha roto un tabú, la de la supuesta honestidad del antiguo presidente de la Generalitat, lo que está provocando una cascada de informaciones acerca de las actividades del clan Pujol que ahora han ganado en verosimilitud. Basta que una décima parte de lo que está apareciendo se pueda probar para que podamos afirmar que lo de la cuenta en Andorra solo es la punta del iceberg de un amplio sistema de corrupción destinado a detraer cuantiosos fondos públicos y comisiones ilegales en beneficio de Pujol y sus allegados. Lo que ya sabemos del caso Palau, del caso ITV, del caso Pallerols, del caso Adigsa… no hacen más que confirmar que la corrupción no ha sido un añadido circunstancial al pujolismo, sino que constituía uno de sus rasgos sustanciales.
  3. Por último, lo que pone de relieve el Pujolgate es la intrínseca maldad de la ideología nacionalista, que todo lo justifica si es para la «construcción nacional». En algún momento de su vida es probable que Pujol o alguno de los beneficiarios de su trama de corrupción se hayan preguntado sobre la moralidad de sus actos, bien como agentes directos, bien como cómplices con su silencio. Esas dudas fueron acalladas con el argumento de que lo prioritario era avanzar hacia una Cataluña nacionalista: revelar el engaño habría sido un ataque a ese «fer país», un acto antipatriótico. Cuando la imaginaria Nación de los nacionalistas se erige en ídolo, todo está justificado, también mentir y robar… si así se avanza hacia los objetivos fijados. En el fondo es el mismo mecanismo psicológico que ha justificado que los nacionalistas hayan mentido todos estos años sobre la historia de Cataluña, hayan negado a los padres su elemental derecho a decidir la educación de sus hijos o hayan atizado la división y el enfrentamiento entre catalanes. ¿Eran todos los nacionalistas ciegos a la inmoralidad de sus políticas? Muchos, adoctrinados por horas y más horas de propaganda, es probable, pero otros sí se daban cuenta. Era entonces cuando la ideología nacionalista venía a salvarles de los remordimientos: todo eso era por un buen objetivo, una Cataluña independiente y nacionalista. Es el viejo adagio de que «el fin justifica los medios», una excusa para la expulsión de la moral del campo de la política. Es este mecanismo de justificación, que vemos ahora a las claras en lo que concierne al enriquecimiento del clan Pujol, el que se extiende a todos los ámbitos de la política nacionalista de Pujol y el que, en consecuencia, afecta de modo decisivo al conjunto de su obra, al legado de todo el pujolismo.

Una última observación: las justificaciones, bastante patéticas, de algunos nacionalistas, muestran otro de los rasgos clave del nacionalismo pujolista: el culto al líder. Esta reacción no ha sido diferente a la de algunos comunistas o nazis cuando se hicieron públicas las atrocidades cometidas por Stalin o por Hitler. Primero incredulidad, luego acusar al «enemigo» de mentiroso, de cargar las tintas, de exagerar, por fin, justificar al amado líder: él no lo sabía todo, se sacrificó por su pueblo y por tanto no se le puede juzgar con los mismos criterios que al resto de los mortales, una mancha no afecta a su legado. Son los argumentos de los viejos comunistas o de los nostálgicos del nazismo, incapaces de asumir la realidad de la ideología a la que habían entregado sus vidas. No es difícil de comprender, al menos como recurso psicológico para evitar reconocer que han sido engañados y que el sentido de sus vidas era algo inmoral. Es probable que lo mismo les ocurra a los viejos pujolistas, pero al igual que con otras ideologías totalitarias, la sentencia de la Historia ya está escrita. Es una condena y recae sobre el nacionalismo pujolista que ha marcado el último cuarto del siglo XX en la historia de Cataluña.

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8 comentarios

  1. ‘Cames curtes, mans molt llarges» (epitafio idoneo para el nacionalismo catalan personalzado en la figura de su lider y gran ‘tricon’ en manada).
    A mi quienes no dejan de sorprenderme son mis tantisimos amigos que, igual de expoliados que el resto, hoy todavia no se disculpan por su permanente defensa de las politicas mas abyectas y sectarias de occidente bajo el pretexto o amparo del tan manido» Son els meus i els faix confiança»; una barbaridad es siempre una barbaridad …y punto pelota.

  2. Y yo me pregunto: ¿la operacion salvar al alférez Pujol fracasará o triunfará?

  3. OS felicito una vez más por los análisis que estáis publicando estos días.
    Un sector en el que el Clan nacionalista está causando estragos (repartiéndoselos entre ellos) es en el sanitario.
    También sería interesante hablar más sebre el sometimiento de la iglesia al nacionalismo catalán y su politización.

  4. EL CREO CONVERGENCIA, EL LA DESTRUYE.

  5. Parece que la vicepresidenta ha dicho que si les dicen que no los del TC, no hay consulta. Pero se dice que a lo mejor se le concede a Mas algunas de las cosas que pide. Personalmente prefiero una consulta de verdad a que se de privilegios para que esten contentos y que haya ciudadanos de primera y de segunda.

  6. Los catalanistas han robado y hecho mucho pero mucho daño a mucha gente y en muchos lugares, tienen que pagar por sus crímenes y por todo su odio

  7. Muy bien. Además de todas las miserias apuntadas ,hay que bucear en el sector eléctrico, otro lugar para tropelías de los Pujol .

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