Del imprescindible blog de Somateps
Puix que sou patro de España
y molt gran familiar,
ajudau als devots vostres
nols vullau desamparar,
vullaulos encaminar
á la gloria ahont estau vos.
Categories: Catalunya de tots, Huid del nacionalismo, Tradiciones
Soy del barrio de Sants en Barcelona capital…desde q era pequeña ( nací en 1951) la matraca separatista ( mal llamada nacionalista) allí existía…y era muy bien vista… yo callaba y aguantaba…y como otros.
Qué jartá de reír me estoy dando con la «confesión» del capo Pujolone. A esta famiglia se le avecinan momentos interesantes…
En el pasado Cataluña nunca tuvo problema alguno con su ser español, sin dejar de ser por ello también plenamente catalana. Sólo en tiempos recientes y por culpa del nacionalismo (aunque ciertas actitudes por parte de otros españoles tampoco han ayudado) este doble sentimiento se desprecia o cuestiona. Antes no.
Lo peor es que con el tiempo el problema va a «mas» (véase la ironía). Recuerdo bien que hace años no existía esta presión social e institucional en favor de la ideología independentista. Era minoritaria.
Pero ya sabemos que la crisis económica alimenta la demagogia y el populismo, valores antisociales que adoptan la forma de ideologías simples y maniqueas, entre ellas el independentismo (no es la única) y el nacionalismo en general. Cuando la gente se enfrenta a una situación problemática tiende a comprar con mucha facilidad visiones del mundo basadas en el «nosotros contra ellos», en la creencia de que la culpa de todo siempre la tienen los otros y en cambio nosotros y los nuestros somos inocentes por completo (o sea, irresponsables) de cuanto nos sucede.
En un Goig catalán y escrito en catalán se habla del patrón de «nostra Espanya» Sant Jaume, se habla de Zaragoza, de Galicia, del resto de España con toda naturalidad.
Ahora, sin embargo, resulta que España no existe. Es más, nos odia. Eso sí: comerciamos con ella, presentamos programas en ella, hablamos el 50% del tiempo en su lengua, nuestros deportistas triunfan internacionalmente junto a los del resto de ella… pero no somos parte de ella ni queremos nada con ella. Una de dos: o somos egoístas o somos esquizofrénicos.