La revista So Foot del pasado marzo charla con Andrés Iniesta:
«- Como otros 100.000 niños en Cataluña, tu hija Valentina nació 9 meses después de tu gol de la final de la Copa del Mundo. ¿Qué te inspira haber provocado un baby boom?
– Es maravilloso. Saber que he hecho felicidad a la gente es realmente la mejor recompensa que hay. Si además he contribuido a aumentar la tasa de natalidad de este país, todavía mejor. Porque los futbolistas no juegan sólo para ganar, sino para hacer feliz a la gente. Al final, esto es lo que cuenta de verdad»
El periodista se confunde varias veces: la hija de Iniesta no se llama Valentina, sino Valeria; los más de 100.000 niños nacieron en el conjunto de España, no sólo en Cataluña. Pero también aquí, en Cataluña, hubo bebé-gol tras el mundial de Sudáfrica. Como en toda España: la victoria de España fue -como siempre- también una victoria catalana.
Esto es lo peor de no ganar el Mundial: habrá menos niños en Cataluña. Y los niños son buenos para las familias, porque difunden amor y entrega; y son buenos para la sociedad, porque la hacen tierna. Mala cosa no ganar el Mundial.
¡Gracias, campeones, por hacérnoslo pasar tan bien tantos años! ¡Seguimos juntos!
Categories: Mejor juntos
Mejor no ganar el mundial, menos aborregameinto y menos tonteria en los medios para tapar la barbarie reinante. La gente ha despertar, no seguir soñando con ganar mundiales de futbol. El futbol es un juego además de un deporte. La realidad no es un juego.
Si la natalidad ha de depender de estos eventos y no del la seguridad del colectivo social, apaga y vámonos.
Se acabó el Mundial de Brasil para España, y se acabó, por tanto, el «patriotismo» español, y es que era más fácil exhibir la bandera española en público mientras jugara la selección nacional española, perdón…, la «Roja». Está claro que sólo se puede ser «patriota» cuando juega la «Roja».
A partir de ahora, quien exhiba en público una bandera española será un «facha». Incluso aunque a la «Roja» le falte todavía le falte un partido.
Hay que mirar el tema desde una perspectiva optimista: menos niños, menos acólitos para las filas nacionalistas.
Debe de ser muy triste que seas un librepensador y tu hijo sea lobotomizado por la ideología excluyente de la Gene.