El padre del pactismo catalán le dice a Mas que respete la ley.

Francesc Eiximenis se revuelve en su tumba al ver cómo los nacionalistas pasan de la tradición catalana.

Artur Mas

«La llei som jo i la Forcadell. No hi ha res a pactar»

Eiximenis fue el principal filósofo del pactismo desde el siglo XIV, padre del iusconstitucionalismo catalán y consejero de 3 reyes de Aragón. El pactismo es un régimen político característico de la Corona de Aragón que centra en el pacto la relación entre los gobernantes y sus súbditos.

El rey y los tres brazos de la sociedad (eclesiástico, nobiliario y popular) pactaban las leyes; el gobernante quedaba así limitado por las libertades políticas de sus súbditos. Para Eiximenis, la vida en comunidad suponía el sometimiento y obediencia a estas leyes, mediante el cual la sociedad alcanza la verdadera libertad. La libertad política de los gobernantes tiene unos límites, contenidos en los pactos o leyes, que son los títulos de legitimidad del gobernante; si éste se los salta, desaparecen los límites, pierde su legitimidad y el régimen desemboca en tiranía.

Haría bien Artur Mas en ser fiel a las tradiciones catalanas y escuchar al padre del pactismo catalán:

«James les comunitats ne donaren la potesta absolutament a negun sobre si mateixes sine ab certs pactes e leys. (…) Pactes e les leys que son guardia del poble e dels vassalls. (…) Y los regnes o senyories qui rejegen per poder absolut e per propia volentad del regidor e sens ley e pacta ab los vassalls: son senyories tiranniques o qui molt se acosten a tirannia».

Y haríamos bien nosotros en decirle si miedo que se comporta como un tirano, y que los catalanes queremos vivir libres.

bastoncillo

 



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6 comentarios

  1. Enhorabuena Endika, pienso que lo ha clavado. Un repaso a las rebeliones tardomedievales y lo que hay es la lucha de las clases bajas contra el ya más que caduco feudalismo o los llamados «malos fueros». Un ejemplo es la rebelión irmandiña en Galicia, por citar uno del que poco se comenta. La lucha de los de abajo contra los privilegios abusivos de los de arriba. Y los de abajo, que incluso podían ser los habitantes de los burgos dependientes de un señor, lo que intentaban siempre era volverse tierra o villa de realengo. Nos puede ahora parecer increíble o disparatado, pero se era mucho más libre cuando eras directamente un súbdito real que cuando estaba mediatizado por un vasallaje a un señor o un abad u obispo. Claudio Sánchez Albornoz explicó muy bien como el feudalismo se entroncó más profundamente en la Corona de Aragón que en la castellana, donde prácticamente no existió. El problema es que la gente confunde feudalismo con el abuso señorial, que es otra cosa. El feudalismo y su gigantesca pirámide de relaciones interpersonales que acababan en el rey hacía que la sociedad estuviera muy fraccionada, con el que estaba por encima vigilando al de abajo para que no pasara de esa inferior condición. En definitiva sociedad estamental. Aunque era difícil, se podía ascender, ya que no hablamos de una sociedad de castas, donde eso era imposible. En Castilla-León, la herencia visigoda del reino de Asturias propició un mayor poder del rey. Sánchez Albornoz señala el mayor desarrollo de un campesinado libre en la Corona de Castilla y León que en la Aragonesa. Lo que no significa que no estuvieran supeditados a un señorío, aunque fuera en forma de behetría, porque en el clima de violencia medieval, hacia falta protección. Por supuesto el mayor poder real en la Corona castellana no significa que ello fuera siempre así. También en Castilla hubo rebeliones contra sus reyes. Lo peor de la Historia medieval es querer hacer arquetipos y fijaciones en una época muy compleja.

  2. Cuidado con Eiximenis. Es el mismo que dice que está aprendiendo la lengua valenciana, por ser lengua de prestigio. O que escribe en el libro «Regiment de la Cosa Publica» lo siguiente: «La trenta e dues es que aquesta terra ha lenguatge compost de diverses lengues que li son entor, e de cascuna a retengut ço que millor li es, e ha lexats los pus durs e los pus mals sonants vocables dels altres, he ha presos los millors. E no res menys trobarets dins aquesta beneyta ciutat qui us pot ensenyar les principals lengues del mon. Axi com son lati, ebraych e morisch.» Francesc Eiximenis nació en Gerona en 1327, es uno de los grandes intelectuales medievales. Vivió en Valencia 26 años, hasta poco antes de su muerte, los más fecundos en cuanto a su obra intelectual. Esto es un asunto entre valencianos y catalanes; como andaluz que me dejen en paz. Yo sé que los castellanos hablan un andaluz mal aprendido. Al fin y al cabo fue un andaluz (Lebrija) el autor de la primera gramática castellana. Y no se olvide que el “animus iocandi” lo llevo siempre encima.

    En cuanto a lo del «pactismo» es algo bastante reciente en su concepción. Es un intento de explicar las relaciones de las distintas Cortes de la Corona de Aragón con el rey. Luego miras Corte a Corte y hubo de todo. Desde ese acuerdo (que también se producía en las castellanas; al fin y al cabo las Cortes tenían el poder del “servicio”, de pagar o no pagar al rey para sus caprichos bélicos o sus gastos financieros mal regulados), hasta desistimientos de propuestas. No siempre se llegaba al pacto. En las Cortes había:

    1) Constituciones: Propuestas del rey (en Cataluña rey como título principal pero propuesta como Conde de Barcelona), que eran o no aprobadas por los Brazos.

    2) Capítulos de Corte: Una ley propuesta por los Brazos que necesitaba la aprobación del rey.

    3) Acto de Corte: Lo aprobaban directamente los Brazos. Eran actos menores, incluyendo súplicas o provisión de oficios que no eran de oficiales del rey. Todo lo aprobado tenía fuerza de ley, y era publicado.

    Perfecto. Pero podía ocurrir que una Constitución no fuera aprobada por los Brazos. La inmediata era sencilla; el Capítulo de Corte no era aprobado por el rey. En muchos casos funcionaría un acuerdo tras una negociación; y en otros, funcionaría la fuerza. Como bien probó Pedro IV con la nobleza aragonesa en Épila.

    También en muchas Cortes castellanas los Brazos negaron al rey el dinero. Un caso tal vez llamativo, aunque no hablamos de dinero, fue el que le ocurrió a Fernando III El Santo con una milicia de uno de sus realengos. Simplemente se fueron a sus tierras porque había acabado el tiempo que se habían comprometido para una campaña que ya duraba demasiado. Es llamativo porque San Fernando no hizo nada y aceptó el hecho y también porque el rey santo fue, en vida, posiblemente el más querido de todos los reyes, por su conducta y cualidades personales.

    Por último Eixemenis no habla tanto de pactismo como de la negación del rey tirano. Eso es tan antiguo como que está en San Isidoro de Sevilla, cuando los visigodos. Está en muchos tratadistas medievales, como en los maestros de D. Francesc, Escoto, Ockham, Tomás de Aquino… En todos los casos es lo mismo: el rey no puede hacer leyes inicuas, y tampoco los nobles con sus vasallos, o los artesanos con sus menestrales. El trato social debe ser pacífico, con el pacto de todos con todos, para evitar lo que el mismo dice, que haya «senyories tiranniques o qui molt se acosten a tirannia». Como se ve de la simple lectura, no sólo habla de los reyes; y tampoco habla de Cortes; habla de Comunidad. La Comunidad cristiana, donde todos son hijos de Dios y no puede haber tiranía.

  3. me siento orgulloso de nuestros reyes, los de la corona de aragón, un pasado en el que los diferentes reinos y condados de la corona, compartían un destino común.
    a veces violento, otras conciliador.
    luego vinieron los austrias y los borbones,
    menuda diferencia.

    • Hubo de todo. Conflictos entre Aragón, Cataluña y Valencia (Mallorca no contaba apenas) son también una constante medieval. La Edad Media fue una época especialmente dura. Además los intereses chocaban. A los aragoneses le interesaba lo peninsular, a los catalanes el Mediterráneo. Cuando existió el reino de Valencia, la competencia entre ellos fue bastante llamativa. Porque el área de influencia era común en éste caso. Pero es que eso era la Edad Media. El señor de Aragón que tenía unos intereses, si chocaban con los intereses de un valenciano o un catalán, guerra y trancazo. O un valenciano y un catalán. Etc. Fue famosa, por ejemplo, la piratería catalana (era casi una práctica comercial más). De eso han escrito mucho los italianos, los que más lo padecieron. Pero los valencianos una vez se quejaron que habían atacado el propio puerto de Valencia. Compartían un destino común… pues a veces. Y muchas, no.

    • En la Corona de Aragón, como en la castellana, y como en las demás coronas europeas la vida para el campesinado o las clases bajas urbanas, que eran la mayoría de la población, era muy dura e injusta. Era una sociedad feudal donde la aristocracia, el clero y los patricios dominaban los recursos y el poder. Decir que se compartía un destino común es estar muy lejos de la realidad de aquellos tiempos. Según el historiador González Antón «el feudalismo comenzaba en Aragón cuando tocaba a su fin en otras partes de Europa mas liberalizadas». La condición social de los vasallos de Aragón se endurecía desde comienzos del siglo XIV. Los Austrias y los Borbones empezaron a cambiar la sociedad, es precisamente las clases mas bajas las que mejoraron progresivamente, la mayoría de las rebeliones se centran en las clases privilegiadas que no querían dejar sus privilegios. Ningún tiempo pasado ha sido mejor para los ciudadanos de » a pie».

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