Más pruebas de la persecución anticatalana impulsada por los Borbones

En 1755 sólo habían pasado cuarenta años desde la caída de Barcelona.

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La ojeriza de los Borbones contra Cataluña era tan grande que ese año «Su Magestad» se dignaba conceder la Real Compañía de Comercio para las islas de Santo Domingo, Puerto Rico y la Margarita, a la Ciudad de Barcelona, eso sí, «bajo el patrocinio de Nuestra Señora de Montserrate y de la Real Protección de su Magestad».

Ja n’hi ha prou! Mai ens han estimat! Espanya ens roba! Els Borbons van fer un genocidi contra Catalunya!…

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11 comentarios

  1. Tienes que contar la historia del molino de Vic (¿o era Manlleu?, creo que uno en Vic y otro en Manlleu). El otro día me la contaban y es buenísima. Ya la he repetido unas cuantas veces a compañeros que pensaban que alguna cosa sabían de la historia de Cataluña.

    • La historiografía (especialmente tras la del periodista Rovira i Virgili) dice que la Sentencia Arbitral de Guadalupe de 1486 acabó con los Malos Usos catalanes. Es cierto para seis, los más citados, pero al tiempo no significaba la desaparición del régimen feudal de la remensa, salvo que el payés abonara 60 sueldos, cantidad muy elevada y a disposición de muy pocos de aquellos. Además tampoco la Sentencia acabó con el régimen señorial, que siguió disponiendo del mero y mixto imperio. La Real Audiencia de Cataluña creada por Pedro IV era esencialmente un tribunal civil, que no entraba en la jurisdicción señorial, eclesiástica o militar; sólo excepcionalmente si los crímenes ocurrían en territorios de realengo, entonces sí entendía del asunto. Por tanto, a pesar de la Sentencia, a pesar de la creación de un sistema enfitéutico, lo cierto es que el campo catalán dependía de una serie de caciques, tanto de burgueses terratenientes como de nobles. Ahora viene lo del molino.

      Tras las Cortes Generales catalanas de 1701-1702, no existían sombras sobre el reinado de Felipe V en Cataluña, donde de paso también se había casado, para luego ir a Italia en defensa de sus intereses como monarca de la Corona de Aragón. Pero los austracistas no se habían estado quietos: el 31 de mayo de 1704 bombardearon Barcelona, sin que ello hiciera desistir al Principado de su fidelidad a Felipe V. Pero resulta que el común de Manlleu quería hacer un molino, ya que los molinos de la zona (dos) estaban en Vic, y además eran propiedad de un cacique llamado Carles Regàs. El virrey Velasco autorizó a Manlleu a fabricar su molino, pero los vitigans (es el gentilicio de los de Vic) respondieron asaltando Manlleu y destrozando el molino. Ante el peligro de represalias por Velasco, nombraron una comisión para entrevistarse con un comerciante y agente (o espía) de Inglaterra en Cataluña llamado Mitford Crowe, llegando el Pacto de Génova de 20 de junio de 1705, firmado no por el Común de Cataluña (Diputación del General más el Consejo del Ciento más el Brazo militar), tampoco por la Real Audiencia como tribunal de justicia que era, y mucho menos por unas Cortes reunidas al efecto. ¡Qué va! Un grupo de caciques que temían perder privilegios medievales y otro de comerciantes que temían que se les quitara el monopolio del textil permitiendo la venta de productos franceses al resto de España (lo que de hecho no se había producido). Luego vino un primer bombardeo austracista sobre Barcelona (25 de agosto de 1705, unos 6.000 proyectiles) y el segundo y definitivo de 15 de septiembre del mismo año, ante el que Velasco capituló para evitar la destrucción de Barcelona. Saliendo de la ciudad unos 6.000 habitantes, sobre 20.000 más o menos que tenía según Tortella. Todo por el molinazgo de un cacique.

    • Contada está. Espero que salga. Saludos cordiales.

  2. Dos ejemplos: En las Cortes Generales del Principado de Cataluña entre invierno de 1701 a primavera de 1702, el rey (Felipe V) otorgó un Tribunal de Contrafacciones. Dicho Tribunal, en caso de legislación de Felipe que se entendiera contraria a las Constituciones catalanas (que Felipe había jurado observar), se formaría por parte de los tres Comunes Catalanes (Diputación del General, Concejo de Ciento y Brazo militar de Cataluña) una comisión y un número igual de oficiales del rey. Comprobarían que no se produjera desafuero. Evidentemente tal organismo, que jamás tuvo Cataluña ni en la Edad Media ni con los Austrias, era un ente moderador y pacificador de primer orden. Era parecido al Justicia Mayor de Aragón, pero muy mejorado, por su mayor calidad jurídica. Antes, en caso de conflicto, intervenía la Real Audiencia creada por separado para Aragón, Valencia y Cataluña por Pedro IV, pero al ser la Real Audiencia un órgano elegido por el monarca, ni que decir tiene que sus decisiones eran siempre de acuerdo al deseo del rey o conde.

    Otro ejemplo: otorgó Felipe V un navío de asiento para comerciar desde Barcelona a las Américas en las mismas condiciones que Sevilla o cualquier puerto de la corona castellana.

    Aclaro que las Constituciones catalanas fueron declaradas legales en el famoso, pero manipulado y endémicamente mal citado Decreto de Nueva Planta de la Real Audiencia del Principado de Cataluña, y que esas Constituciones no son la base de ningún Derecho constitucional actual como se ha dicho por algunos manipuladores o ignorantes. Esas constituciones tienen como padres las constituciones imperiales romanas, esto es legislación del soberano (emperador, en Cataluña el conde de Barcelona), en base a su “potestas”. Nada que ver con las Constituciones modernas, con voto popular etc. Como nada tiene que ver un cónsul romano con lo que ahora llamamos cónsul, representante secundario de un país en el extranjero.
    En cuanto al problema de los vigatans y el molino, y la alianza de parte de Cataluña con los ingleses (parte que no toda) ya hablaremos. Si esto se publica, claro.

  3. Pues Olivaire, acabo de publicar y no se ve. Ignoro la causa. Por cierto no digo nada, si aparece y lo lee, que no esté en los libros de Historia. De Historia, no de ficción histórica y menos de idolatría histórica.

  4. Vamos algunas cositas que Felipe V otorgó en las Cortes de 1701-1702, y que jamás tuvo Cataluña con los Austrias. Sólo un par de ejemplos: un Tribunal de Contrafacciones. En caso de crear Felipe V cualquier tipo de legislación y entenderse en Cataluña que esas normas podrían causar perjuicio o ser contraria a las Constituciones condales, que Felipe V había jurado respetar -un inciso: en el famoso y muy mal citado Decreto de Nueva Planta de la Real Audiencia del Principado de Cataluña, esas constituciones se mantienen mediante una fórmula jurídica- se reuniría una comisión formada por oficiales del rey y de los Tres Comunes catalanes (Diputación General, Concejo del Ciento y Brazo militar). En caso de conflicto, antes quien decidía era la Real Audiencia, que olvidamos que fue creada por Pedro IV, para Aragón, Valencia y Cataluña, pero era nombrada por el rey, por lo que difícilmente se oponía a sus decisiones, por no decir nunca. Ese Tribunal de Contrafacciones, de funcionar correctamente, hubiera supuesto un lugar de encuentro y discusión de posturas y un elemento pacificador. Evidentemente cuando luego los Vigatans se aliaron con los ingleses, Felipe V anuló el Tribunal. Y otra concesión: navío de tráfico a las Américas. Sólo aclarar que las Constituciones no eran normas como las consideramos hoy en día, un acuerdo popular etc. Eran como las constituciones imperiales romanas, decisiones del soberano (emperador o conde) basadas en su «potestas». Lo digo porque hay despistados que hablan de las antiguas constituciones de Cataluña como la base de un supuesto Derecho constitucional catalán, lo que es tan anacrónico como decir que los escoceses usaban el kilt en la Edad Media porque se ve en Braveheart, cuando se empezó a usar a principios del siglo XVIII.

    Y otro día hablaremos del molino de Vic que provocó los conflictos de una parte de Cataluña (otra desmesura nacionalista) contra Felipe V.

  5. Home JJGD, ja que despertes la curiositat, explíca-la tu mateix.

    • He intentado exponer, y por dos veces, lo ocurrido en las Cortes Generales de Cataluña entre el invierno de 1701 y la primavera de 1702 y ninguna de las veces se expone aquí. Ignoro la causa, y por tanto me disculpará L’Olivaire de dejar las cosas al aire, que no es culpa mía.

  6. Muy bueno, pero cuidado con las ironías que no todos las captan siempre

  7. Y si alguien explicara lo ocurrido en las Cortes Generales de Cataluña entre el invierno de 1701 y la primavera de 1702, estando presente Felipe V, más de uno se llevaría las manos a la cabeza viendo las ventajas que obtuvo Cataluña y luego desperdició. Y todo por culpa de un molino en Vic. Pero es otra historia que tampoco se cuenta.

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