Para la propaganda nacionalista no hay recortes.
El gobierno del Sr. Mas se ha caracterizado por los continuos recortes a que ha sometido a los catalanes en los más diversos ámbitos: sanidad, educación, ayudas a familias con personas dependientes… Cuando se le ha echado en cara, la respuesta es siempre la misma: no tenemos dinero por culpa de Madrid.
Pero resulta que para mantener sus sueldos y para hacer propaganda nacionalista con dinero público sí hay dinero, ¿será que Madrid sí afloja la cartera para estos fines o que el Sr. Mas lleva mucho tiempo engañándonos como a chinos?
Porque ahora nos enteramos, gracias a la investigación publicada por Alberto Caparrós en ABC, de que:
«La Generalitat catalana ha pagado los 715.411,43 euros de la cuota correspondiente a la anualidad de 2013 de la hipoteca de la sede de lujo de Acció Cultural del País Valencià (ACPV), situada en pleno centro de Valencia.[…]
En la partida de ayudas, el Ejecutivo que preside Artur Mas, inmerso en la deriva soberanista para convocar una consulta sobre la independencia de Cataluña, ha concedido otros 280.000 euros a ACPV en concepto de subvenciones públicas para sufragar «actividades culturales», y 91.077,69 euros más a la editorial Edicions País Valencià, que controla el líder del catalanismo en la Comunidad Valenciana Eliseu Climent, destinados a la publicación «El Temps». El conjunto de las ayudas suma una cantidad de casi 1,1 millones de euros, destinada a fomentar las tesis catalanistas en la Comunidad Valenciana.
Estas ayudas oficiales forman parte del paquete de subvenciones excluidas de concurrencia pública otorgadas por el Departamento de Presidencia de la Generalitat de Cataluña durante el cuarto trimestre del ejercicio 2013.»
Se da el caso de que el año pasado, la Generalitat de Cataluña ya pagó la hipoteca de la sede de ACPV. Y nosotros nos preguntamos: ¿Cuándo va a pagar la Generalitat mi hipoteca? ¿Cuándo la de los desahuciados en Cataluña? Porque nosotros, como catalanes, tenemos más derecho al dinero de los impuestos catalanes que los valencianos de ACPV.
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Ya le vale a la cantante calva primero dándole la manita a Pepe-Luís (Canción de Tip y Coll ya se que Rovireche és Josep Lluís aquí y en la China y se enfada) y ahora pro TV3 y transparencia en el mismo saco. Ha perdido la objetividad o es que se bebe el vino que hace.
Eso ya lo sabíamos por aquí desde hace años, incluso han pagado a escritores para que publicaran en catalán ( lo se con certeza) y justamente uno de ellos, una poetisa no tenía ni pajolera idea ni de catalán ni de valenciano pues era de Madrid y vino a Valencia por causas políticas.
Y, además, Eliseu Climent, «nuestro hombre en Valencia», utiliza nuestro dinero para…hincharse los bolsillos:
http://www.vozbcn.com/2011/03/19/63496/climent-desviado-subvenciones-beneficio/
¡Qué patriota!
Haber si todos los catalanes abren los ojos! digo todos! aunque los adoctrinados es casi imposible que lo vean, están demasiado abducidos por el régimen. Si hay dinero señores, pero les hemos importado una mierda al govern, pedía dinero al estado central, para la causa separatista, en vez de abrir Hospitales, pagar a las farmacias, abrir clínicas, colegios etc… Se lo gastaba en cosas como: ANC, Omnium, La Vanguardia, TV3 etc… Y a los catalanes, sobretodo los que nos sentimos Españoles, no nos hacían ni caso. Esta gente se a vuelto como una maraca! Prefieren ser pobres en su hipotético estado ( que no va a llegar nunca), pero que al menos serán ya solo catalanes. Antes que arreglar las cosas que nos interesan a todos, prefieren ser solo catalanes, la pobreza que venga después ya se arreglaría a su manera, ellos con separase ya tienen suficiente, lo que venga luego para la sociedad catalana que viva aquí, pues ya se arreglaría si se puede sino, pues que sean pobres, pero ya son catalanes al fin, no?. Suerte, que no lo van a conseguir jamás.
su propósito no es la independencia. NO.
el fín verdadero es mantenerse en el poder, vivir del mismo, enriquecerse ellos y sus familias, por cierto, numerosas, de incluso SIETE hijos.
porque con la independencia ya no habría argumentos para defender su gestión, ni culpables externos.